EL FASCISMO ES UN ARCAÍSMO
Bruno Marcos
En varias ocasiones me ha sorprendido el enfoque periodístico que se da al caso de Leni Riefenstahl. Cuentan que se trata de una cineasta de gran talento que, después de plasmar las ideas nazis en el celuloide, curiosamente, acabó siendo feliz entre tribus del Sudán que vivían como primitivos actuales.
No deja de parecerme extraño que se plantee esta evolución como un viaje desde un punto hasta el contrario. No conozco en profundidad la personalidad que tuvo Leni pero en sus fotografías se observa claramente que lo que la fascinó de la tribu nuba fue lo mismo que –seguramente- la fascinó de las ideas nazis, es decir la pureza. Los magníficos individuos, en esa ocasión, pertenecían a lo que antes habían considerado una raza inferior pero lo sustancial se mantenía, la admiración de la pureza frente a la mezcla.
Lo que cabría destacar es que variase el punto que focalizaba ese enamoramiento de la pureza, trasladándolo, desde la raza aria y el progreso del superhombre, hasta el mundo del no progreso, lo cual, por otro lado, es muy lógico ya que la pureza tiene más que ver con el origen que con el futuro, aunque los fascismos quisieran equiparar destino y origen. Las fotos de Leni siguen plasmando la fuerza -lo propio del fascismo como evolución apócrifa del vitalismo-. Elocuente, al respecto, es el ángulo en el que siempre coloca al espectador que siempre está por debajo del modelo recibiendo un fuerte rayo de sol en la cara.
De lo que tal vez se dio cuenta Leni fue de que el fascismo era un arcaísmo.
2 Comments:
Todos los ISMOS me dan miedo
Muy intersante tu vinculación fascismo-pureza primitiva. El interés por los nubios no fue sólo de ella, sino del nazismo en general. Creo que se mandó una expedición para estudiar su relación con los arios.
Publicar un comentario
<< Home